¡Genial, vamos a continuar! Ahora voy a cruzar técnicas como mencionaste, utilizando elementos de alta complejidad, y te ofreceré ejemplos más retadores para potenciar la creatividad literaria.
Voy a trabajar con las siguientes técnicas del índice:
- Metáfora
- Dialogación
- Narrador en segunda persona
- Violentación ortográfica
- Jitanjáfora
- Género político
CRUCE DE TÉCNICAS (alta complejidad)
1. Metáfora + Dialogación + Narrador en segunda persona
2. Violentación ortográfica + Jitanjáfora + Género político
1. Metáfora + Dialogación + Narrador en segunda persona
Qué pasa a nivel cognitivo:
Cuando cruzamos estas tres técnicas, el cerebro no solo sigue un hilo narrativo: debe intuir la verdad oculta tras la metáfora y mantener la tensión de una voz directa que interrumpe el flujo normal de la experiencia. El narrador en segunda persona crea un sentido de inclusión o aislamiento, como si el lector fuera el verdadero protagonista, mientras que la metáfora ofrece una capa de complejidad emocional.
Cognitivamente, el lector pasa de ser observador a ser actor. Cada palabra no es solo parte de una historia: está direccionada hacia él, pero envuelta en imágenes profundas.
Ejemplo:
“Vas por el camino de polvo, con el sol a la espalda, pero siempre lo miras, siempre sientes que te quema, que te consume. Es como si el sol fuera una lengua enroscada, lamiéndote los recuerdos, provocándote la herida. Y tú, ¿qué haces? Sigues caminando, porque si no lo haces, el sol caerá sobre tu pecho y lo arderá. ¿Entiendes lo que pasa cuando sigues caminando? La sangre en tus pies se seca, pero el ardor no se detiene.”
¿Qué pasa aquí?
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Metáfora: La “lengua del sol” como la causa del sufrimiento físico y emocional. La metáfora genera un simbolismo que hace que el sol no solo sea una estrella, sino un agente de dolor y transformación.
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Dialogación: Aunque no hay un “diálogo” directo con otro personaje, el uso de preguntas en segunda persona establece una relación de intimidad. La voz narrativa interroga al lector, invitándolo a reflexionar sobre su propia implicación en la escena.
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Narrador en segunda persona: Esto coloca al lector dentro de la narrativa, haciéndolo sentir como si él fuera el que camina, el que sufre, el que experimenta esa agonía existencial.
2. Violentación ortográfica + Jitanjáfora + Género político
Qué pasa a nivel cognitivo:
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Violentación ortográfica interrumpe el flujo de la comprensión racional. El cerebro se ve obligado a descifrar y adaptarse a lo que parece una disfunción del lenguaje, lo que puede generar un estado de alerta cognitiva.
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Jitanjáfora se utiliza para romper la lógica discursiva y desestabilizar las expectativas. El lector se enfrenta a un juego semántico que lo obliga a buscar significado en lo absurdo, algo muy cercano a cómo funciona la política en un sistema de contradicciones.
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Género político: Este género busca siempre una acción o reacción. Es un desafío directo al lector, instándolo a una respuesta emocional ante la manipulación del lenguaje y la lógica.
Ejemplo:
“No pienses que el mundo es un cúmulo de ta´ta´to, de frentes y frentes, donde el sol no se esconde para no dar la mano a los unos, ni arruga la camisa por la mansa palabra de los tu´tú y los fufú. Aquí no hay distinción, ni bandera de lo que se dice, ni lo que se calla, ni eufonías de labios dormidos, que jiten y jitan sin saber que la tierra es un latigazo. El sur, el norte, el este, el oeste: todos son uno y no lo son, y los pueblos cantan en la quebrada, luchan en su garganta y no entienden que esta tierra se toma o se tira con la mano y con la lengua del que manda. ¡Hay mucho que hacer, mucho que decir!”
¿Qué pasa aquí?
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Violentación ortográfica: Las palabras alteradas (“ta´ta´to”, “tu´tú”, “fufú”) no siguen una lógica ortográfica habitual, pero provocan un choque cognitivo. Esto hace que el lector se detenga a procesar las palabras, como si estuviera tratando de descifrar un código. Esta interrupción tiene un efecto de incomodidad controlada que puede ser interpretado como una crítica a las dificultades del discurso político.
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Jitanjáfora: La inclusión de palabras sin sentido aparente genera una sensación de absurdo que refleja lo caótico del discurso político. El sonido tiene más relevancia que el significado, lo que obliga a una lectura más emocional que racional.
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Género político: El discurso utiliza la hiperbole, la repetición y la provocación, tratando de despertar una respuesta inmediata en el lector. Los términos de “tierra”, “gente”, “boca”, “bandera” se conectan con temáticas políticas universales, pero son formulados de una manera tan distorsionada que el lector debe cuestionar el fondo de la política misma.
Desafío final: creatividad extrema
¿Qué ocurre cuando jugamos con la confusión de los géneros, las técnicas y los estilos?
Lo que hace que estos cruces sean creativos no es solo la habilidad técnica:
es la alteración cognitiva que generan en el lector.
Este tipo de cruzamientos no solo deben desafiar la comprensión, sino también transformarla.
Al utilizar:
- metáforas densas
- violación ortográfica
- imágenes inestables
- géneros que no se resuelven
el lector no solo entiende el texto, sino que debe cuestionar su relación con la política, con la historia, con la cultura.
Si te interesa, podemos ir un paso más allá, analizando cómo estos textos se desplazan dentro de la estructura social o política, haciendo un análisis de la manipulación cognitiva a través de las palabras.
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