TRATOS

Te pusiste un short y te llevaron, sos una piba de catorce. Pareciera que te gusta andar entreteniendo tíos, « sacás lo peor de mí » Te aclara el cliente. No hay servicio mejor que el que no se paga. Y se cierra una puerta. Se cierra otra. Solo quedan agujeros abiertos. No tienen fecha de vencimiento. Pero pueden morirse por falta de precaución. Entonces. Ahora, que tenés catorce sabés que el short es muy corto, que te hace mucho. Que es una máquina irrefrenable y ambiciosa de andar atrayendo por ahí lo que no corresponde, pero que el susodicho, amante de la adrenalina, que consume, » sí se puede »exclama. Enredados, sin foto de por medio, se suman los tíos de los tíos de los tíos de los tíos. Es como un mar de tíos. Y ella es la reina. La que está de banquete sobre una mesa. Ya no tiene el short. Decidió que su cuerpo  era suyo, como el de sus amigas, que también van a la escuela y usan el mismo short. Que les gusta pintarse. Siempre con el mismo objetivo. ¡qué va a ser !, las minas no son como antes, se entregan así de fácil. Le gusta andar mostrando todo. Y después se quejan y hacen marchas verdosas y son asesinas de su propio vientre sagrado. El short está tendido sobre el piso. Ya no hay rastros de noche. Una fuga, una desaparición del ritual. Una ausencia. La piba de catorce está esperando que alguien se acuerde de ella. Y sabe, qué tienen que trarle. Un poco de justicia y alaraca. Llamar más la atención. Hacer marchas, escraches. Con solo catorce hizo todo eso eso y mucho más. Su sueño es ser bailarina de televisión. Por eso lo del short. Los tíos ya están buscando otra amiguita que está lleno el face. Así quedan bien contentas. Porque saben lo que hacen y si no…no te metés al lobo adentro o en la boca del lobo, o la jauría de lobos, a los lobeznos que también quieren saber de qué se trata.