Titulo del trabajo. TRADICION Y COCINA
COMO AGUA PARA
CHOCOLATE de Laura Esquivel
Índice
Marco teórico
………………………………………………..3
Desarrollo……………………………………………………..5
Conclusiones…………………………………………………..
Bibliografía……………………………………………………
MARCO TEÓRICO
El presente
trabajo es un análisis que toma en cuenta la teoría bajtiniana de los géneros
discursivos, que afirma que los géneros son estructuras relativamente estables,
relacionados con diferentes esferas sociales y actividades sociales.
Las formas del
uso de la lengua oral y escrita son tan diversas como lo son estas áreas de actividades
humanas. Sin embargo, conservan modelos estables lo que BAJTIN denomina
enunciados concretos o emisiones lingüísticas de cada hablante.
Entonces para
cada actividad humana surgirá una necesidad de discurso con sus características
propias para ser funcional a dicha comunicación.
El género
discursivo es un conjunto de textos que identificamos por su estructura y
contenido y que nos permite distinguir, a simple vista, un cuento de una
novela, de una carta, de una receta o de una declaración jurada o una prescripción
médica. Afirma Bajtín: “El género discursivo es una serie estable de enunciados
del lenguaje que son agrupados pues tienen ciertas similitudes en su contenido
temático, en su estilo verbal y en su estructura y composición” [1]
Por otra parte,
se observarán distintos discursos sociales puestos como recurso de estilo en la
narratología contemporánea hispanoamericana (específicamente en una novela
mexicana) y su impacto para generar
rupturas y experimentación.
Todo estilo
está indivisiblemente vinculado con el enunciado, cada esfera de la
comunicación discursiva es individual, y por lo tanto puede reflejar,
evidenciar la individualidad (concepto que marida con el de personalidad), es decir,
puede poseer un estilo propio, individual, personal y por lo tanto, único del
usuario. Los enunciados son reflejo de la individualidad del hablante. [2]
El análisis de
la novela selecta es de la autora Laura Esquivel COMO AGUA PARA CHOCOLATE
(1989) en donde se mostrará la
individualidad de un hablante, el estilo del discurso, la pluralidad de géneros
surgida desde las diferentes necesidades
humanas de comunicación.
DESARROLLO
La novela selecta
se centra en la historia de un “amor
imposible”, el de los personajes Tita y Pedro. Tita es la hija menor de Mamá
Elena y está, por tradición local, destinada
a permanecer soltera para encargarse del cuidado de su madre hasta su
muerte.
En voz
autoritaria y bajo el formato de órden la madre expresa a Tita:
Desde ahora te
vas a encargar de los preparativos para el banquete y cuidadito que yote vea
una mala cara o una lágrima, ¿oíste? (Esquivel: 7)
En un dialogo
entre Rosaura y tita, donde la rivalidad entre hermanas se hace evidente en
toda la novela, observamos la presencia
de esas tradiciones locales, que no son más que discursos sociales
Tú tuviste un
novio indebidamente. No te correspondía tenerlo.
—¿Según quién?
¿Según mamá o según tú?
—Según la
tradición de la familia, que tú rompiste.
—Y que voy a
romper cuantas veces sea necesario, mientras esa maldita tradición no me tome
en cuenta. (Esquivel: 61)
Tita es criada
por Nacha, la cocinera de la casa prácticamente en la cocina, que es el
espacio, es decir el topoi, que elige la autora. Los hechos transcurren
especialmente en la cocina, espacio de un saber, de un saber sentir, de un
saber crear
Tita es
identificada como “la cocinera” y desde ese rol, impuesto por la tradición construirá
el centro de la narración
Tita era el
último eslabón de una cadena de cocineras que desde la época prehispánica se
hablan transmitido los secretos de la cocina de generación en generación y
estaba considerada como la mejor exponente de este maravilloso arte, el arte
culinario.
(Esquivel: 13)
Esta situación
trae como consecuencia que ella sea una excelente conocedora de los secretos de la cocina. Tita, además, demuestra desde una temprana edad
un sesgo de niña creativa, poseedora de inteligencia mixturada con un carácter
dulce pero a la vez firme lo que la lleva a destacarse en todo lo que ella hace.
Sin embargo, su
madre reprime su espíritu libre por ejemplo, impidiéndole casarse con Pedro, a
quien Tita ama apasionadamente. Y en esta arbitrariedad de mandatos sociales la
hija Rosaura ocupa el lugar de sustituta. Cuando Pedro declara su amor a Mamá
Elena, ella no sólo le niega la autorización al casamiento sino que le ofrece
la mano de su otra hija, la mayor, Rosaura. Pedro acepta la propuesta de
casarse con ella a pesar de no estar enamorado, solamente por permanecer cerca
de Tita, quien siente desgarrársele el corazón.
Lo que Rosaura
no sabía, aunque lo sospechaba, era que Pedro amaba a Tita con un amor
inconmensurable. (Esquivel: 9)
La historia del
personaje principal está narrada en doce capítulos en clave gastronómica:
I Enero Tortas de Navidad INGREDIENTES: 1
lata de sardinas ½ chorizo 1 cebolla orégano 1 lata de chiles serranos 10
teleras Manera de hacerse: (Esquivel:
1)
II. Febrero Pastel Chabela INGREDIENTES: 175
gramos de azúcar granulada de primera 300 gramos de harina de primera, tamizada
tres veces 17 huevos Raspadura de un limón Manera de hacerse: (Esquivel: 5)
En estos dos
fragmentos observamos la receta tradicional como género discursivo que enmarca
en la historia, y le dará la estructura capitular e inicio narrativo, este
recurso se da en toda la novela, con lo cual también advertimos que el
transcurso de la historia es en el lapso de un año, de doce meses.
III. Marzo. Codornices en pétalos de rosas
INGREDIENTES: 12 rosas, de preferencia rojas 12 castañas 2 cucharadas de
mantequilla 2 cucharadas de fécula de maíz 2 gotas de esencia de rosas 2
cucharadas de anís 2 cucharadas de miel 2 ajos 6 codornices 1 pithaya Manera de
hacerse: (Esquivel: 13)
En el capítulo
3 se observa la presencia del elemento rosa,
que en el plano de la historia realza el caráter “romántico”, aquí hará
gala el erotismo.
IV. Abril . Mole de guajolote con almendra y
ajonjolí INGREDIENTES: ¼ de chile mulato 3 chiles pasilla 3 chiles anchos Un
puño de almendras Un puño de ajonjolí Caldo de guajolote Un bizcocho (de
concha) Cacahuates ¼ cebolla Vino 2 tablillas de chocolate anís manteca clavo
canela pimienta azúcar semilla de los chiles 5 dientes de ajo Manera de
hacerse: (Esquivel: 19)
V. Mayo . Chorizo norteño INGREDIENTES: (Esquivel:
25)
En el
capítulo V el elemento chorizo puede interpretarse como alegoría
del falo. Aquí los hombres se haen presentes de forma agresiva.
VI. Junio. Masa para hacer fósforos
INGREDIENTES: (Esquivel: 31)
VII. Julio . Caldo de colita de res
INGREDIENTES: (Esquivel: 35)
Aquí se puede
interpretar el elemento fósforo como
el elemento de la pasión, del fuego. El elemento fuego dará pie al capítulo 12
donde el fuego consagra a los amantes, un fuego eterno, en sintonía con las
tradiciones.
VIII. Agosto. Champandongo (Esquivel: 42)
IX. Septiembre. Chocolate y Rosca de Reyes
INGREDIENTES: (Esquivel: 53)
En este capítulo
se marca el rito social de los reyes, la llegada de personas para festejar un
rito.
XI. Noviembre. Frijoles gordos con chile a
la Tezcucana INGREDIENTES (Esquivel:
60 )
XII. Diciembre. Chiles en nogada
INGREDIENTES: (Esquivel: 66)
Cada capítulo
representa un mes del año calendario y explicita una receta diferente que, al
mismo tiempo, nos informa oportunamente los cambios de sentimientos y vaivenes interiores de la protagonista
principal, sus angustias, sus decisiones, sus semblanzas.
Mientras Tita daba forma a las tablillas,
añoró con tristeza los días de Reyes de su infancia, en los que no tenía
problemas tan serios. Su mayor preocupación en esa época era que los Santos
Reyes nunca le traían lo que ella pedía, sino lo que Mamá Elena pensaba que
sería lo más adecuado para ella. (Esquivel: 48)
Las emociones
de Tita aparecen en la cocina, el topoi de la novela.
Tita batía y
batía con frenesí, como queriendo terminar de una vez por todas con el
martirio. (Esquivel: 8)
EL carácter formulaico de todos los capítulos está en sintonía con las órdenes
que recibe todo el tiempo tita de su madre.
Pero no podía
evitar la tentación de transgredir las fórmulas tan rígidas que su madre quería
imponerle dentro de la cocina... (Esquivel: 58)
La explicación
detallada de cómo se prepara una determinada receta por parte de la narradora
da marco a la otra narración, la de la historia central por asociación
amalgamando magistralmente determinadas características propias de los
diferentes géneros discursivos elegidos e involucrados con sus diferentes
tramas.
La novela así
alterna entre recetas y narración
No era fácil para
una persona que conoció la vida a través de la cocina entender el mundo
exterior. (…)Hay que tener cuidado de freír el chorizo para las tortas a fuego
muy lento, para que de esta manera quede
bien cocido, pero sin dorarse excesivamente. En cuanto está listo se retira del
fuego (Esquivel: 2)
La
narración se inicia desde la instrucción de la receta, con el clásico género
discursivo receta de cocina.
Las nueces se deben comenzar a pelar con
unos días de anticipación, pues el hacerlo representa un trabajo muy laborioso,
que implica muchas horas de dedicación. Después de desprenderles la cáscara hay
que despojarlas de la piel que cubre la nuez. Se tiene que poner especial
esmero en que a ninguna le quede adherido ni un solo pedazo, pues al molerlas y
mezclarlas con la crema amargarían la nogada, convirtiéndose en estéril todo el
esfuerzo anterior. Tita y Chencha terminaban de pelar las nueces, sentadas
alrededor de la mesa del comedor. (Esquivel:
66)
Discursividad
que da cuenta de la nulidad de Tita a la hora de tomar decisiones, las
construcciones en este tipo textual se hacen desde la impersonalidad en el uso
de las oraciones impersonales con se y hay.
También se
sucenden otros géneros discursivos como el refrán que da cuenta de las
tradiciones.
Entonces Mamá
Elena decía:
—Por hoy ya
terminamos con esto.
Dicen que al buen entendedor pocas palabras,así que después de escuchar esta frase todas
sabían qué era lo que tenían que hacer. (Esquivel: 3)
—Nada, mami.
—A mí no me
engañas, cuando tú vas, yo ya
fui y
vine, así que no te hagas la mosquita muerta. (Esquivel: 12) (negritas
mías)
Cada capítulo
finaliza con la expresión Continuará que marca un relación con los géneros fílmicos
Continuará
Siguiente receta:
Pastel
Chabela (de Boda) (Esquivel:
6)
El escenario
del erotismo comienza en el capítulo 5,
Parecía que el
alimento que estaba ingiriendo producía
en ella un efecto afrodisíaco, pues empezó a sentir que un intenso calor le
invadía las piernas. (Esquivel: 15)
El erotismo
hace eco en todas las partes del cuerpo.
Para entonces
el olor a rosas que su cuerpo
despedía había llegado muy, muy lejos. (Esquivel:
16)
El erotismo se
inscribe relacionado con el arte culinario El compartir el alimento elaborado, abre un escenario de seducciones que se manifiesta
en todas los rincones del cuerpo, en todos los órganos.
Si bien son las
miradas, las que mejor marcan esos placeres que marca las escenas eróticas:
Tita levantó la
vista sin dejar de moverse y sus ojos se encontraron con los de Pedro. (Esquivel: 6)
El erotismo no
es más que un juego, un juego del deseo
Y así como un
poeta juega con las palabras, así ella jugaba a su antojo con los ingredientes y con las cantidades, obteniendo
resultados fenomenales. Mientras recibía un beso en la boca, la mano de Pedro,
tomando la suya, la invitó a recorrerle el cuerpo. Tita tímidamente palpó los
duros músculos de los brazos y el pecho de Pedro. Más abajo, un tizón
encendido, que palpitaba bajo la ropa. Asustada, retiró la mano, no por el
descubrimiento, sino por un grito de Mamá Elena. (Esquivel: 29)
El erotismo recorre toda la novela, las
corporeidades.
Si bien en el
nivel de la Historia se inscribe el relato de una historia principal de
desdicha amorosa que tiene como protagonista a Tita y su familia, los juegos
del deseo se enquistan, se liberan.
La muerte de la
madre marca ese juego de eslabones entre historias pasadas y repeticiones en el
presente, así como las recetas, que son del pasado y se repiten en el presente:
Durante el
entierro Tita realmente lloró por su madre. Pero no por la mujer castrante que la
había reprimido toda la vida, sino por ese ser que había vivido un amor
frustrado. Y juró ante su tumba que ella nunca renunciaría al amor, pasara lo
que pasara. (Esquivel: 41)
Aquí se menciona otro tipo de género discursivo “el
juramento” como parte de una tradición social, local.
Conclusiones
La narración
está en tercera persona, Sin embargo aparece la ausencia de narrador en un tipo de texto instructivo
Las
sanguijuelas se ponen dentro de un vaso con medio dedo de agua, por espacio de una
hora. La parte del cuerpo donde se van a aplicar se lava con agua tibia
azucarada. Entre tanto se colocan las sanguijuelas en un lienzo limpio y se cubren
con él. (Esquivel: 33)
Este recurso
convierte la novela como en una novela de ruptura, dos tipos textuales se
encuentran: la instrucción y la narración.
Por lo tanto,
el discurso del narrador desde el presente contempla una delicada mixtura entre
diferentes géneros discursivos como lo
son el género literario y el instruccional.
La función
poética del primero, la función apelativa del segundo, aparecen atravesados por
una trama narrativa/descriptiva locuaz sabiamente imbricadas.
Notas
[1] Para el análisis y abordaje de los géneros discursivos
se abordó al teórico M. Bajtin y las clases dadas en la cátedra
[2] Para el estudio y comprensión del denominado “período
de las vanguardias artísticas” sigo a Hugo Verani en Las vanguardias
literarias en Hispanoamérica (manifiestos, proclamas y otros escritos).
Bibliografía
Bajtin, Mijail: El problema de
los géneros discursivos,
México: Siglo XXI, 1989.
Verani,
Hugo: Las vanguardias literarias en Hispanoamérica (manifiestos,
proclamas y otros escritos), México, FCE, 1995.
Laura Esquivel: Como agua para chocolate. Ciudad
autónoma de Buenos aires, SUMA, 2018
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